Cuidar las piscinas con cloración salina, de sal o cloruro de sodio es una apuesta segura para certificar una buena limpieza e higiene. Es un elemento común, con propiedades naturales y que podemos encontrar en abundancia en el suelo o en el agua de mar.
Sus propiedades físicas hacen de la sal un tratamiento óptimo para las piscinas como método de desinfección del agua, junto con un equipo de electrólisis salina. Gracias al aparato de electrólisis salina, la sal se produce de forma continuada durante las horas de depuración. Esto es importante, ya que automatizamos la dosificación de producto y regulamos el uso de productos desinfectantes, consiguiendo un agua impoluta. Debemos tener en cuenta que las horas de depuración tienen que ser en franjas de al menos cuatro horas, ya que la célula del clorador cambia la polaridad trascurridas estas horas y de lo contrario puede que la célula trabaje demasiados ciclos en la misma posición.
Uno de los sistemas más completos para el de cuidado de las piscinas aúna equipos de electrólisis salina de alto rendimiento con una línea de productos básicos para conseguir un agua desinfectada correctamente, una piscina bien cuidada, asegurando así un baño agradable. Es un sistema válido tanto para piscinas de obra como para piscinas prefabricadas.
¿Qué tipos de pros y contras tienen las piscinas con cloración salina?
- La cloración salina aumenta el pH del agua,volviéndola calcárea. Nos encontramos entonces ante dos posibles soluciones: instalar un controlador automático de pH o reducirlo de manera manual mediante el uso de un reductor de pH, como pueda ser Ph Minus. La solución pH Minus, como su nombre indica, corrige los niveles de pH, evitando la degradación prematura del equipamiento y las superficies.
- El cloro generado mediante la cloración salina es muy sensible a los rayos del sol, lo que hace que el cloro residual sea bajo cuando el equipo no está funcionando; para evitar esto, podemos añadir al agua de la piscina Stabichloran, un estabilizador que hace que el cloro no se evapore con tanta facilidad.
- El uso de las piscinas, los cambios de clima e incluso las altas temperaturas hacen que el tratamiento semanal desinfectante no tenga el mismo efecto. La solución pasa por apoyar a la cloración semanal mediante sal, con productos de cloración de choque como Chlorifix o Chloriklar.Estos productos hacen que se elimine el aspecto turbio o incluso verde que puede adquirir nuestra piscina cuando se producen las circunstancias que hemos comentado anteriormente.
- Además, es más que recomendable mejorar la filtración mediante Superflock, un floculante de baja intensidad que se presenta en saquitos para ayudar a la eliminación de esas partículas en suspensión que dan un aspecto “lechoso” a la piscina y que evitan que tengamos nuestra piscina tan cristalina como nos gustaría.
- El clorador salinonecesita suficiente cantidad de sal en el agua para poder funcionar de manera óptima. Un nivel de sal inapropiado impide una producción eficaz de desinfectante. Para conocer el nivel de sal en nuestra piscinas, desde Hidalgo y Recio recomendamos las tiritas de análisis Salt QuickTest que permiten controlar la concentración de sal en el agua de la piscina.