La bomba de calor trabaja con la energía del aire, que es una energía de libre disposición, que no necesita de combustibles fósiles y, por tanto, totalmente respetuosa con el medio ambiente.

La bomba capta el aire del ambiente a través del evaporador, y este aire, hace que el gas que lleva en su interior (generalmente R410) pase de estado líquido a gaseoso y empiece a circular por el circuito, siendo conducido hasta un compresor que, al comprimirlo, lo eleva de temperatura hasta 65º, creando un circuito primario en el intercambiador que, como su nombre indica, es donde intercambia su temperatura con la del agua piscina, que circula por el circuito secundario y, a partir de ahí, y mediante su paso por la válvula de expansión, el gas recupera su estado y líquido y comienza de nuevo el ciclo.

El consumo eléctrico de la bomba de calor es el del compresor y el ventilador, no lleva ningún tipo de resistencias y es por eso que su consumo es bastante reducido.

La bomba de calor debe de estar siempre en stand by, es decir, preparada por si tiene que actuar, y periódicamente, generalmente cada dos horas, manda arrancar a la depuradora, trae hasta la bomba agua de la piscina y la pasa por el termostato; si detecta que la temperatura ha bajado un grado, entonces arranca la propia bomba de calor y permanece funcionando junto con la depuradora, hasta que sube ese grado y en ese momento para, tanto la depuradora, como la bomba de calor.

Si durante el ciclo de depuración diario, la bomba detecta una bajada de temperatura, arrancará y estará funcionando hasta que recupere la temperatura. De esta forma, es como consigue que el agua de la piscina este a la temperatura deseada, las veinticuatro horas del día.

Muchos usuarios en la actualidad, se levantan por la mañana, realizan 15-20 minutos de natación, se duchan y se van a trabajar y si los niños, o los mayores, quieren bañarse a las nueve de la mañana, su agua estará a la temperatura deseada.

Esto solamente es posible con una bomba de calor, cualquier otro medio como la energía solar térmica, no consigue ese nivel de confort.

Como hemos visto anteriormente, la bomba de calor esta detectando la temperatura cada dos horas y, si no ponemos manta térmica, acusará el salto térmico entre el día y la noche y estará trabajando toda la noche, con lo cual, el consumo eléctrico se disparará.

Además, para conseguir que la temperatura no baje, necesitaremos instalar una bomba de mucha más potencia, con el considerable incremento de la inversión inicial.

Existe una amplia oferta en cuanto a modelos y prestaciones; desde una bomba sencilla con un funcionamiento convencional, hasta bombas con tecnología Inverter, que hacen una gestión inteligente del consumo de manera que, cuando tiene que elevar una cantidad considerable de temperatura, (a principios de temporada, por ejemplo), trabajan en modo de máxima potencia y cuando solamente tiene que elevar un grado, trabajan en modo eco, o sea a bajo consumo.

También existen bombas de calor que se controlan a través de una aplicación y esto es bastante útil, sobre todo si donde tenemos la piscina no es la residencia habitual o, simplemente, cuando nos vamos de vacaciones, porque nos permite bajar la temperatura para reducir el consumo y unas horas antes de que la vayamos a utilizar, elevarla a la temperatura habitual.

En HIDALGO Y RECIO Piscinas, como expertos certificados en climatización del agua, le realizaremos un completo estudio, donde tendremos en cuenta diferentes parámetros y, a la vista de los resultados, le indicaremos los tipos de bomba adecuados para su piscina y el coste anual de consumo de electricidad.