Existen en el mercado diferentes alternativas de cubiertas para piscinas y vamos a tratar de explicar las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas.
En primer lugar, deberemos tener en cuenta el uso que le vamos a dar a la piscina; ¿es sólo para el verano?, ¿queremos solamente prolongar la temporada de baño o pretendemos utilizarla durante todo el año?, ¿queremos que, además de cubrir la piscina, nos sirva para calentar el agua? Etc…
Cualquiera que sea su respuesta, existe una cubierta para piscina que se adapta a sus necesidades.
En este post veremos dos tipos de cubiertas para piscina, la de Invierno y la de Verano
Cubiertas de Invierno para Piscinas
Empezaremos por lo más común, que es cubrir la piscina durante el invierno.
Para cubrir la piscina en invierno la mejor solución es una cubierta de PVC; se confeccionan a medida, sea cual sea la forma de la piscina y además de servir como elemento de seguridad para evitar accidentes del tipo que sean, tanto de personas como de nuestras mascotas, impiden que el agua de la piscina se nos “eche a perder” porque, cuando ponemos la cubierta, el interior de la piscina se queda totalmente a oscuras con lo cual, al no haber fotosíntesis, no proliferan las algas ni se desarrolla ningún tipo de vida dentro del agua. (Ver entrada de ¿Porqué tengo algas en mi piscina?)
De esta manera, si cuando tapamos la piscina al final de la temporada, el agua está como si nos fuéramos a bañar, cuando la destapemos en primavera, nos encontraremos que el agua está en perfecto estado y solamente tendremos que pasar el limpiafondos y en 48 horas la tendremos lista para bañarnos.
Estas cubiertas se anclan a la piedra de coronación por medio de tacos de acero inoxidable y tornillos escamoteables para evitar tropiezos desagradables durante el periodo de baño.
La cubierta de verano o manta solar
La cubierta de verano o manta solar es una cubierta de burbujas de aire que actúan como pequeñas lupas y multiplican los efectos de los rayos del sol consiguiendo un aumento de la temperatura del agua entre 4
Estas cubiertas, a diferencia de las de invierno, no van ancladas sino que flotan encima del agua con lo que, además de calentar el agua, evitan en gran parte la evaporación y la suciedad del agua.
La cubierta de verano debe de estar encima del agua siempre que no nos bañemos y por tanto hay que recogerla y extenderla con bastante frecuencia, por lo que deberemos ponerla con un enrollador que nos permita realizar estas operaciones con comodidad, además de servirnos para que la cubierta este recogida sobre el mismo enrollador cuando la piscina este destapada.
Existen en el mercado algunas cubiertas, tanto de verano como de invierno, con unos sistemas más complejos de sujeción y de anclaje pero no ofrecen ninguna ventaja sobre los convencionales y tienen un precio más elevado.
En cualquier caso, cuando se toma la determinación de instalar cualquiera de ellos, lo mejor es dirigirse a su proveedor de confianza y que él le asesore.